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miércoles, 21 de enero de 2015

Cascos de Guayaba

 
Los cascos de guayaba es el dulce más tradicional cubano hecho de  guayaba, la fruta reina de Cuba.
La guayaba no es muy común aquí en el norte de California. Afortunadamente  la gran cantidad de inmigrantes de Las Filipinas, India y México en esta área han contribuido a que la disponibilidad de guayaba haya mejorado en los últimos años.
Siendo la guayaba una fruta tropical, tiende a ser sensitiva a temperaturas bajas y congeladas. Este verano encontramos a un señor mexicano vendiendo matas de guayaba en el Mercado de las Pulgas y estamos considerando plantar 2 variedades (roja y blanca) en el patio. Aun no nos hemos decidido porque yo soy una de esas personas que son terriblemente inaptas para cultivar cualquier cosa y todo la responsabilidad del cultivo y cuidado de las matas recaerá en mi esposo.

Cascos de Guayaba
Guayabas.
Agua.
Azúcar.
Canela en rama.

 
Pelar las guayabas procurando no dañar la masa de la fruta.
Cortar cada guayaba a la mitad y retirar las semillas y pulpa interior.

 
Limpiar bien cada casco y colóquelo en una olla, cubra los cascos con agua.

 
Añada el azúcar y la canela en rama, cocine a fuego medio hasta que los cascos estén blandos y el almíbar en el punto deseado.


El color final de los cascos de guayaba en almíbar dependerá de la variedad de la fruta, la guayaba roja producirá un casco rojo oscuro y la guayaba blanca produce un dulce amarillento.

Este postre puede comerse solo o acompañado de queso.

3 comentarios:

MIA dijo...

Recuerdos de mi infancia... rico, rico...

lola dijo...

Hola,
Me encantan los cascos de guayaba con queso crema.
Anoto la receta y desde que llegue la época de guayabas la haré.
No creo que sea peor que yo con las plantas, ¡hasta los cactus se me mueren!
Saludos,

Nestor dijo...

Marilín:
Aquí en Canadá tampoco hay casi guayabas y cuando las encuentras, a mi gusto, son inservibles. Además de que el precio es prohibitivo. Mi suegra en la Habana tiene varias matas de guayabas en su patio. Realmente extraño mis dulces de guayaba.
Esta trampa se me ocurrió para una de mis hijas que nunca lograba sacar las semillas de los cascos sin romperlos.
Luego de peladas y cortadas en mitades agua sólo a cubrir, se les da un hervor, 1 minuto basta, dejar enfríar y las semillas se quitan súper fácil con una cucharita si hacer fuerza.
Yo nunca descarto ni las cáscaras, lavo previamente las guayabas, ni la masa con las semillas, que todo junto agrego al agua del hervor anterior y hago mermelada de guayabas...
NB